1. En una cazuela ponemos un poco de aceite y un diente de ajo. Cuando el aceite se empiece a calentar, añadimos las anchoas, con aceite de la lata y dejamos cocinando a fuego lento.
2. Aparte cortamos en dados pequeños la cebolla, que agregaremos a la cazuela cuando veamos que las anchoas están casi desechas.
3. Mientras, ponemos una olla con agua abundante y sal para hervir la pasta.
4. Cuando la cebolla este pochada, apagamos el fuego y en este momento añadimos los calabacines rallados mejor que cortados.
5. Escurrimos la pasta, y la mezclamos con la verdura y la anchoa en la cazuela.
6. Espolvoreamos un poco de queso parmesano u otro que nos guste, y pimienta negra al gusto y servimos caliente.

1. Limpia las fresas y quita las hojas, pero no las tires.
2. Exprime las naranjas hasta hacer un jugo y échalo en la licuadora.
3. Agrega las fresas ya limpias y añade también las hojas ya que son muy saludables y le darán un toque delicioso al zumo.
4. Mezcla los ingredientes y déjalos durante unos minutos.
5. También puedes añadir un poco de agua para que la mezcla quede más ligera.
6. Sírvelo en un vaso largo. Si quieres puedes agregar un poco de hielo picado en el vaso de la licuadora para no esperar a que se enfríe el zumo. ¡Así cuentas con más vitaminas!.
7. Para decorar el vaso puedes hacer un corte en la parte inferior de una fresa y colocarla en el borde del vaso.

Casca el huevo en un bol y bátelo junto con el azúcar. Añade la leche y mezcla. Tamiza encima la harina con la levadura, la canela y una pizca de sal. Pela los plátanos. Aplasta uno de ellos con un tenedor y añádelo al bol. Aromatiza con la vainilla. Bate hasta conseguir una crema homogénea. Calienta 1 cucharada de mantequilla en una sartén antiadherente pequeña y cuaja la masa anterior en forma de tortitas. Cuécelas 2 minutos por cada lado. Retíralas y resérvalas. Limpia las fresas, lávalas y córtalas con el plátano restante en rodajas. Reparte las tortitas en los platos intercalando tortitas y capas de fruta. Vierte la miel por encima y sirve.